Slang Barcelona

Productos con sello 100% español.

Los Guàrdia, una historia de tres generaciones relacionadas con el negocio de los artículos de viaje. Y la de Slang arranca en 1987 cuando Manel  Marcet empezó a diseñar bolsos y bolsas con lonas y materiales sintéticos. 

El abuelo Guàrdia había fabricado tejidos impermeables y vendía incluso en Japón. En 1990, su hijo Antoni Guàrdia creó su propia empresa, Distribuïdora d'Accessoris Moda DCM Argentona, que importaba firmas internacionales de bolsos, monederos, cinturones, maletas, pañuelos... Vendía marcas como Benetton, Sisley, Lamartina, Fornarina, Calvin Klein, Donna Karan, o Slang, a El Corte Inglés y a comercios. 

Por su parte, Manel Marcet empezó a hacer bolsos por casualidad: cuenta que estudiaba para delineante, pero tuvo un accidente de moto y decidió invertir el dinero de la indemnización en producir unas bolsas de fin de semana, que empezó a vender en tiendas de diseño. Creaba los patrones y cortaba las telas en casa, y a través de anuncios en este diario creó una red de talleres que confeccionaban las bolsas. "Siempre he sido un fabricante sin fábrica: yo compraba los materiales, los preparaba, y los llevaba a los talleres", explica Marcet, que entonces producía unas 30.000 piezas al año.

En el 2006 se asoció con el que era uno de sus principales clientes, Antoni Guàrdia: crearon Slang Products Barcelona, y buscaron para hacer la producción en China. "Para DCM era importante tener marca propia para exportar", dice Dani Guàrdia, responsable de la internacionalización.