Helly Hansen

Firma de excelente calidad especialista en entornos duros y fríos.

Los orígenes de Helly Hansen se remontan a 1877 en un pueblecito costero del fiordo de Oslo llamado Moss.

Un lugareño, el capitán de barco Helly Juell Hansen había estado navegando desde los quince años. Cansado de estar siempre mojado, cuando contaba 35 años, él y su mujer Maren Margarethe empezaron a fabricar chaquetas, pantalones y otras piezas de ropa con un textil bañado en aceite y secado a fuego vivo.

La idea funcionó muy bien desde un y en los 5 primeros años la nueva compañía ya había vendido cerca de 10.000 piezas.

Ya un año después de su fundación, la empresa obtuvo su primer reconocimiento comercial, al ganar un diploma a la excelencia en la Expo de París de 1878. El galardón animó a Helly Hansen a empezar a exportar sus productos al extranjero. Los pedidos empezaron a llegar no sólo desde los vecinos países escandinavos, sino también desde Inglaterra, Suráfrica e incluso desde países tan remotos como Chile.

Helly Juell Hansen murió en 1914, a la edad de 72 años, y el negocio familiar recayó en las manos de su hijo, Leiv Helly-Hansen. Leiv era un experto comerciante que había trabajado en Inglaterra y Alemania, y tenía la determinación de mantener el crecimiento de la compañía que había fundado su padre.

En 1920, ya bajo las riendas de Leiv, la empresa desarrolló un nuevo tejido impermeable llamado Linox. La superficie del material era brillante y atractiva, pero su mejor característica es que no era pegajosa como los antigos tejidos bañados en aceite. 

En 1931 se lanzó al mercado otro tejido, llamado Lin-O-Let, que era más delgado y ligero que Linox. Además permitía ser coloreado, por lo que se aplicó en ropa de exterior y ropas impermeables destinadas a niños y mujeres. 

El mayor hito de la marca en su primer siglo de existencia, sin embargo, se daría en 1949, cuando Helly Hansen desarrolló un material llamado Helox (combinación de Helly y de Linox), que era una capa muy fina translúcida de plástico PVC que empezó a utilizar para fabricar chaquetas impermeables, anoraks y gorros anti-lluvia. Helox tuvo tan buena acogida en el mercado que cada mes la fábrica de Helly Hansen producía 30.000 unidades mensuales.

Helox se hizo muy popular e incluso toda la delegación noruega en los Juegos Olímpicos de Helsinki en 1952, eligieron Helox para sus prendas. El éxito comercial de Helox alentó a Helly Hansen a desarrollar una versión más dura y pesada para profesionales, que recibió el nombre de Plarex. Era un material ideal para trabajos en duras condiciones climáticas como pescadores, marinos, industriales, etc.

Años más tarde, en 1961, la empresa consiguió un nuevo éxito con Fibrepile, una capa de aislamiento cálida, ligera y que se secaba muy rápidamente. Era ideal para llevarla por debajo de los impermeables. El éxito de este material fue debido en parte a unos leñadores suecos que descubrieron que Fibrepile no sólo brindaba un excelente aislamiento contra el frío, sino que además ventilaba bien en condiciones de trabajo físico duro en el bosque. Además, este forro protegía también bien de la nieve y de la lluvia suave, a la vez que era duradero y mantenía sus propiedades incluso después de muchos lavados. 50 años después, este forro aún continua fabricándose en su última reencarnación, llamada ProPile.

En 1984, Helly Hansen culminó el que después se convertiría en su sistema de 3 capas con el desarrollo de LIFA. Este nuevo material empujaba la humedad lejos de la piel y mantenía por tanto el cuerpo seco, lo que le hacía ideal para desempeños activos en climas fríos

En aquellos momentos empezaba la exploración de petróleo en el Mar del Norte y, gracias a excelente calidad de sus tecnologías textiles, Helly Hansen se convirtió en una de las marcas favoritas de los trabajadores de las plantas petrolíferas. Además, sus kits de supervivencia empezaron a salvar vidas entre los trabajadores de las plantas que caían al mar, y Helly Hansen se ganó una excelente reputación y la aclamación internacional, además de varios premios de diseño.

La fama de Helly Hansen creció no sólo entre las empresas petrolíferas, sino a nivel mundial entre las empresas que desarrollaban su actividad en las condiciones climáticas más adversas, como empresas navieras, de transporte aéreo, de logística, equipos de rescate, brigadas forestales, cuerpos de bomberos, expedicionarios, etc.

A finales de los años 90, la marca noruega se convirtió en una favorita de los jóvenes de clase trabajadora del Norte de Inglaterra. Los jóvenes solían pasar bastante tiempo en la calle a pesar del frío y húmedo invierno, y las chaquetas Helly Hansen, a pesar de su elevado precio, se hicieron sorprendentemente omnipresentes en esos ámbitos. Desde ese momento, las prendas Helly Hansen pasaron a venderse en tiendas de ropa y no sólo en las tiendas especializadas de montaña, supervivencia y trabajo.

Pero con la popularidad también llegó alguna extraña polémica. A la vez que se popularizaba la marca a nivel mundial, también muchos neo-nazis la empezaron a elegir como una de sus marcas favoritas. Las dos HH de su logotipo podían ser interpretadas como 'Heil Hitler', lo que gustaba a grupos de ultra-derecha de toda Europa. En Alemania algunas prendas Helly Hansen estuvieron a punto de ser prohibidas porque, según la legislación alemana, mostraban un emblema cuyo significado podía ser pro-nazi.

Así, en 2004 la marca entró en el segmento del calzado deportivo con una línea de botas para navegantes que se hicieron muy populares entre los competidores de la Volvo Ocean Race.